El asteroide que formó el cráter de impacto más antiguo conocido, "descongeló" la Tierra

El asteroide que formó el cráter de impacto más antiguo conocido, "descongeló" la Tierra
El asteroide que formó el cráter de impacto más antiguo conocido, "descongeló" la Tierra
Anonim

Los científicos han identificado el cráter de impacto más antiguo conocido en la Tierra, y esta estructura antigua puede decir cómo nuestro planeta emergió de la fase de "bola de nieve".

El cráter Yarrabubba de 70 kilómetros de diámetro en Australia Occidental tiene 2.290 millones de años, más menos 5 millones de años, según un nuevo estudio. Esto es aproximadamente la mitad de la edad de la Tierra y 200 millones de años más que la edad del anterior "poseedor del récord": el cráter de impacto Vredefort, ubicado en Sudáfrica.

El dilapidado cráter Yarrabuba fue descubierto en 2009, pero aún no se ha establecido su edad.

Hasta la fecha del cráter Yarrabubba en un nuevo estudio, los científicos dirigidos por Timmons Erickson del Centro Espacial Johnson de la NASA, EE. UU., Estudiaron granos de minerales de monacita y circón extraídos del cráter. Los autores midieron las concentraciones de uranio, torio y plomo en estos minerales. Durante la cristalización, la monacita y el zircón absorben activamente el uranio, pero no absorben el plomo, mientras que el uranio y el torio sufren una desintegración radiactiva para formar plomo a velocidades conocidas. Por lo tanto, las mediciones tomadas de esta manera permitieron al equipo determinar la edad del evento de recristalización del mineral y establecer de manera confiable la edad del cráter.

En el trabajo, los investigadores también modelaron el posible aumento de temperatura global en la Tierra como consecuencia de esta caída del asteroide, como resultado de lo cual podría salir de la fase de "bola de nieve", cuando toda la superficie del planeta estaba cubierta por un gruesa capa de hielo. La principal conclusión de la simulación es que el evento en estudio podría causar un calentamiento en la Tierra, pero mucho en este caso depende de la composición de la atmósfera del planeta en el período de estudio, sobre el cual actualmente hay muy poca información, explicaron los autores..

El trabajo fue publicado ayer, 21 de enero, en la revista Nature Communications.

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