Los científicos han creado materia cuántica extraña a bordo de la ISS

Los científicos han creado materia cuántica extraña a bordo de la ISS
Los científicos han creado materia cuántica extraña a bordo de la ISS
Anonim

Todo es ingrávido en la Estación Espacial Internacional. Los átomos también. Esto facilita el estudio del extraño estado cuántico de la materia, conocido como condensado de Bose-Einstein, obtenido en la estación espacial.

“Estudiar el extraño estado de la materia en órbita ayudará a los científicos a comprender la física fundamental y también hará posibles nuevas mediciones cuánticas más sensibles. La importancia del experimento no puede subestimarse”, dice Lisa Werner del Instituto Alemán para el Centro Aeroespacial de Tecnología Cuántica en Bremen.

La condensación de Bose-Einstein ocurre cuando ciertos tipos de átomos se enfrían a temperaturas tan bajas que adquieren un estado combinado. "Es como si se unieran y se comportaran como un objeto armonioso", explica el físico David Avelin del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. Para crear un estado extraño de la materia en órbita, él y sus colegas diseñaron el Laboratorio de Átomo Frío, que luego fue llevado a la estación espacial.

En órbita, los átomos están en caída libre. Es la microgravedad lo que hace que la estación espacial sea ideal para estudiar los condensados de Bose-Einstein.

Para obtener un condensado de Bose-Einstein, los átomos deben enfriarse y atraparse en campos magnéticos. En la Tierra, la trampa debe ser muy fuerte para evitar que caigan los átomos. En gravedad cero, esto no es necesario: la nube de átomos se expande y enfría fácilmente. Este proceso permite que el condensado alcance temperaturas más frías que en la Tierra.

Otra ventaja de la microgravedad es que las mediciones se pueden tomar durante largos períodos de tiempo: 1,1 segundos. En la Tierra, las mismas observaciones solo son posibles en 40 milisegundos.

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